Pagalo en la ZurriolaEl sábado por la mañana Xabier Saralegi, socio de itsas Enara Ornitologia elkartea, se encontró con una inesperada sorpresa en Donostia. Todo empezó en el Paseo Nuevo, desde donde oteaba el horizonte marino con la esperanza de ver algún bando de migrantes. Había expectativas ya que los anteriores días de viento norte habían sido fructíferos en la observación de distintos migrantes como ánsares, que desde el cantábrico se dirigen tierra adentro sobrevolando el citado paseo.El día era lluvioso y la espera se tornaba infructuosa hasta que un ave robusta de oscuro capirote pasó planeando frente a él, a escasos tres metros. ¿Sería un págalo? Pues sí, era un págalo que parecía despistado ya que tomó rumbo este, hacia la desembocadura del Urumea. Xabier le seguió el vuelo con la mirada y pudo ver como se adentraba en la playa de la Zurriola.

 

Pagalo en la Zurriola. Autor Xabier Saralegi.
 
Como un rayo y montado en su bici llegó a la playa esprintando como Cipollini en su época dorada. La playa estaba prácticamente vacía. Todavía era temprano y la lluvia tampoco invitaba al paseo. Así que con un poco de suerte el págalo podría haber optado por tomar descanso sobre el todavía tranquilo arenal. Tras unos primeros barridos visuales no dio con el ave. ¿Se habría adentrado al mar? Derrepente una silueta de ave empezó a moverse sobre la arena y así descubrirse. Era el págalo que intentaba ponerse en pie con dificultad. Tenía una pata lesionada.
Pagalo en la Zurriola. Autor Xabier Saralegi.
 
Al mismo tiempo, a lo lejos, un paseante venía por la orilla acompañado de un perro. Xabier se apresuró y se acercó con sigilo al animal para sacarle unas fotos antes de que el cánido lo levantara. Sorprendentemente, el págalo no se inmutó ante su presencia. Es más, estándo a cinco metros de él el ave se tumbó sobre la arena. ¿Confianza o extenuación? Ante la duda Xabier optó por irse, no estresar al animal, y llamar al centro de recuperación de aves de la zona Arrano Etxea ante el temor de que algún inquieto perro atacara al posiblemente exhausto pájaro. Cuando los trabajadores del centro llegaron no encontraron al animal, por lo que suponemos que éste pudo levantar el vuelo. La identificación de la especie de págalo nos generó dudas entre un págalo pomarino (Stercorarius pomarinus) y un págalo parásito (Stercorarius parasiticus), aunque Ricardo Hevia y Jesús Menéndez primero y  Gorka Gorospe después (muchas gracias a los tres) nos sacaron de dudas identíficándolo como un págalo pomarino debido a su estructura corporal, pesada y corpulenta con pecho bastante pronunciado, y su pico, bastante más grueso y fuerte que lo que suele tener el parásito. El plumaje se corresponde con un inmaduro, probablemente de 2º año. Antiguamente, cuando no existía un puerto deportivo en Hondarribi y en su lugar había unas dunas, se solían observar págalos parásitos-pomarinos acosando a los charranes que acudían con los temporales a alimentarse de los descartes de los pesqueros. En esa época, Javier Ferreres tiene una observación de un págalo parásito posado en la arena junto a un grupo de charranes. Las citas más antigüas registradas a las que podemos acceder son las del boletín CITA del Grupo Ornitológico Motacilla, precursor del grupo Itsas Enara O.E., que en su número 7 correspondiente al invierno-primavera 88. En dicho boletín se registraron las siguientes citas para Stercorarius parasiticus:
27-08-87 3 ex. en el Puerto refugio de Hondarribia. Obs. David Calleja, Jose Luís Fernández 30-08-87 1 ex. en la Isla de los Pajaros (Beltzenia). Obs. David Calleja, José Luis Fernández 01-09-87 1 ex. joven Puerto refugio de Hondarribia. Obs. Ricardo Salaverria, Eva Sagües 05-09-87 1 ex. fase oscura Isla de los Pájaros (Beltzenia). Obs. Gorka Gorospe
No se especificó más detalle en la observación por lo que seguramente se tratara de individuos acosando charranes. A partir de esta fecha era relativamente normal un goteo de págalos en el interior del puerto de Hondarribi anualmente y coincidiendo con los temporales. Pero en los últimos años ni siquiera la presencia de charranes en dicho puerto es abundante como lo fue antaño.
 
Posteriormente y trás leer esta entrada, Arkaitz Arnaiz, de Donostia, se puso en contacto con nosotros para informarnos de que vio a este mismo ejemplar dos días antes, el jueves día 21 de noviembre, en la playa, comiéndose una gaviota reidora. Aporta una foto, que reproducimos abajo, donde se puede comprobar que es el mismo ejemplar, por la lesión de la pata, y que efectivamente se trata de un pomarino, por las rectrices centrales.

Asimismo, aun con reservas, parece que la gaviota fue efectivamente capturada y muerta por el págalo y que no es un caso de carroñeo.
 
Págalo pomarino deborando una gaviota reidora. Autor Arkaitz Arnaiz

La foto fue obtenida mediante un teléfono móvil, de ahí su calidad.
Eskerrik asko, Arkaitz.